Este es un sistema a base de agua en el cual las aguas negras son transportadas a una planta de tratamiento centralizado o semi-centralizado. La característica más importante de este sistema es que no incluye el paso de recolección y almacenamiento/tratamiento, sino que las aguas negras se transportan directamente a través de redes de alcantarillado. Este sistema es ampliamente utilizado en zonas urbanas a nivel mundial, gracias a la instalación de sistemas de alcantarillado convencional por gravedad. Este se ha empleado en algunos casos en zonas rurales o pequeñas comunidades (LAMPOGLIA et al. 2008). Debido a que este tipo de alcantarillado requiere el diseño y mantenimiento de expertos, así como mano de obra en construcción calificada, “no está prevista la participación de los beneficiarios en las diferentes etapas de implantación del proyecto. El resultado observado en muchos casos es el poco interés de los beneficiarios por conectarse al sistema” (LAMPOGLIA et al. 2008).
La implementación de alcantarillado convencional por gravedad además acarrea altos costos de excavación, construcción y mantenimiento. Por todas estas razones, no se recomienda su instalación en zonas rurales de México (en caso de que quiera aprender más de este tipo de alcantarillado, se sugiere el manual de alcantarillado sanitario (CONAGUA 2015)). El alcantarillado condominial o simplificado se originó en Brasil a fines de la década de los años 70, como una alternativa frente al alcantarillado convencional (CEPIS-OPS 2005). Esta es una propuesta de infraestructura de bajo costo, que considera la integración de aspectos técnicos y sociales en su implementación. “El componente social busca incorporar a los futuros usuarios en todas las etapas del proyecto, desde la definición de la ubicación del ramal hasta el tipo de gestión a ser implementado. El resultado observado es el mejor funcionamiento y utilización de la infraestructura construida” (LAMPOGLIA et al. 2008). Los afluentes del sistema pueden incluir heces, orina, agua de arrastre y aguas grises. Sin embargo, los materiales sólidos de limpieza podrían obstruir el sistema de alcantarillado, por lo tanto, no deben ser depositados en la interfase del usuario. La inclusión de aguas grises en la tecnología de conducción ayuda a evitar que se acumulen sólidos en las alcantarillas.
Hay dos tecnologías de interfase de usuario que pueden ser empleadas para este sistema: un sanitario con arrastre hidráulico o un sanitario de tanque, las cuales están directamente conectadas a un alcantarillado condominial o simplificado. “Este se diseña con los mismos lineamientos de un alcantarillado convencional, pero teniendo en cuenta la posibilidad de reducir diámetros y disminuir distancias entre pozos al disponer de mejores equipos de mantenimiento” (CONAGUA 2015). El efluente es transportado a una planta de tratamiento, donde se trata con una combinación de tecnologías. “En general, los sistemas de tratamiento que más se están utilizando en las comunidades rurales de México son las lagunas de estabilización y los humedales artificiales precedidos de sedimentación o fosa séptica” (ZURITA MARTÍNEZ 2011). Sin embargo, existe vasta experiencia con plantas de tratamientos con tecnologías anaeróbicas, tales como el tanque Imhoff, RAFA, filtros (FAFA)y sistemas de varias cámaras (ABR), con diferentes niveles de éxito (CONAGUA 2017). Los lodos producidos en la planta de tratamiento semi-centralizada deben gestionarse correctamente.
En México están disponibles lineamientos para el tratamiento y disposición de los lodos (CONAGUA 2015b). Las opciones para uso y/o disposición final de los efluentes tratados incluyen riego, lagunas de acuicultura, lagunas de plantas flotantes o descargas en un cuerpo de agua (disposición final del agua/recarga de acuíferos). Después de un tratamiento adecuado, el lodo puede usarse en agricultura o llevarse a un sitio de almacenamiento/disposición final. Los lineamientos para el uso seguro de efluentes y lodos han sido publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se mencionan, según corresponda, en las fichas que describen las tecnologías.
Existe amplia experiencia en la instalación de alcantarillado condominial/simplificado en América Latina (LAMPOGLIA y MENDONÇA 2006), sin embargo, en México la experiencia es aun limitada. Este sistema es particularmente apropiado en poblados rurales con centros urbanizados de alta densidad poblacional (mayor a 150 habitantes por hectáreas), donde hay poco o ningún espacio para tecnologías de almacenamiento o vaciado en el sitio. La aplicación de este sistema de alcantarillado se recomienda para poblaciones que tengan un consumo de agua per cápita de por lo menos 60 litros al día (CEPIS-OPS 2005). Debido a la menor extensión de redes, menor profundidad de excavación, menor diámetro de tuberías y menor cantidad de elementos de inspección, el costo de inversión es menor, permitiendo un ahorro de alrededor del 40% y hasta más (LAMPOGLIA et al. 2008).
El éxito de este sistema depende del compromiso de los habitantes y su participación en el proceso de toma de decisiones, construcción, operación y mantenimiento, por lo que se debe asegurar un componente de intervención social y educación ciudadana. La operación y mantenimiento del sistema debe ser una tarea compartida entre usuarios y el organismo operador: mientras las familias deben garantizar el flujo continuo y evitar obstrucciones por basura y otros sólidos, la autoridad del alcantarillado se encarga de la supervisión del sistema, monitoreo de los pozos de visita y operación de la planta de tratamiento semi-centralizado. Es posible que los usuarios deban pagar tarifas por el uso del sistema y por su mantenimiento. Por estos motivos, este sistema es solo apropiado en poblados de hasta 2500 habitantes con disposición de agua suficiente, con capacidades y recursos.