Este sistema de saneamiento está diseñado para producir un material sólido orgánico similar a la tierra llamado humus, mediante el uso de cámaras alternas. La característica fundamental de este sistema es que no se usa agua de arrastre y no se recomienda la presencia de agua, por lo que el sanitario seco es la interfase de usuario recomendada. Los afluentes al sistema pueden incluir orina, heces, orgánicos, y materiales secos de limpieza. Las aguas grises, por su parte, deben ser recolectadas y tratadas por separado, facilitando condiciones aerobias del sistema. La interfase de usuario está directamente conectada a la cámara doble mejorada ventilada o a la fosa alterna para el paso de recolección, almacenamiento y descomposición de las excretas. Este sistema de doble cámara proporciona las condiciones necesarias para la lixiviación de exceso de líquidos y degradación de la excreta y otra materia orgánica, así como su transformación en humus. Esto es posible ya que mientras una cámara se llena con excretas y materiales secos de limpieza, el contenido de la otra cámara, que está temporalmente fuera de servicio, descansa y se degrada. Cuando ambas cámaras están llenas, se vacía la que estaba en descanso y se reanuda su uso. Este ciclo puede repetirse indefinidamente, con períodos de duración de al menos un año. El éxito de este sistema depende de una apropiada operación (es decir, que no se agregue agua) y de un período de almacenamiento prolongado.
La eficiencia del sistema mejora cuando después de cada uso se agregan materiales tales como tierra, ceniza u orgánicos (hojas, hierba cortada, hojas de coco o arroz, astillas, etcétera), y cuando los materiales secos de limpieza son recolectados en la cámara junto con las excretas, sobre todo si son ricos en carbono (por ejemplo, papel higiénico sin productos químicos, mazorcas de maíz, etcétera). Esto, no solo mejora el proceso de transformación y balance nitrógeno-carbono en el humus resultante, sino que además puede reducir el período de almacenamiento. Estos resultados se logran gracias a la mejor aireación que se logra y al efecto absorbente de los materiales, que controlan la cantidad de agua en la cámara. Hay que tomar en cuenta que la excesiva humedad en la cámara priva a los microrganismos de oxígeno, lo cual afecta el proceso de degradación.
El humus es un material de color café/negro terroso que resulta de la descomposición de la materia orgánica (CARE International – AVINA 2012) caracterizado por ser rico en nutrientes, suficientemente desinfectado y rico en materia orgánica, lo que permite una excavación y remoción segura de forma manual usando palas. Dado que ha pasado por una degradación significativa, el humus es bastante seguro de manejar y de usar como acondicionador del suelo en agricultura. En caso de que se dude de la completa higienización y/o de la calidad del humus, éste se puede someter a tratamiento adicional en una planta de co-compostaje antes de su uso. En caso de que no esté previsto su uso en la agricultura o jardinería, el humus puede ser temporalmente almacenado o desechado de manera permanente. Para evitar riesgos de la salud en los operadores y usuarios, se recomienda utilizar una adecuada protección personal al removerlo, transportarlo o usarlo. Los lineamientos para el uso seguro de excretas han sido publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se mencionan, según corresponda, en las fichas descriptivas de las tecnologías.
Este sistema es especialmente adecuado en áreas con escasez de agua donde hay oportunidad de usar el humus como acondicionador del suelo. Esto indica que el sistema es particularmente idóneo en los escenarios de casas dispersas y escasa disposición de agua, con capacidades y recursos o sin capacidades ni recursos, lo que limita la posibilidad y el impacto de inundaciones y desborde de las cámaras. El poder contar con un acondicionador rico del suelo permite a las familias mejorar la productividad del suelo y, con ello, su ingesta de nutrientes. La correcta operación del sistema, especialmente la provisión continúa de material secante, el evitar que entre agua en el sistema, el permitir el tiempo requerido de reposo de la cámara y el vaciado, es fundamental para obtener un producto suficientemente higiénico y evitar así los riesgos de salud. Esto subraya la necesidad de una correcta operación y mantenimiento por parte de las familias usuarias, siendo particularmente crítico en el escenario de casas dispersas, con escasa disposición de agua pero sin capacidades y recursos en la comunidad. En caso de que se dude de la capacidad de los miembros de la familia de mantener el sistema, se recomienda implementar el sistema de saneamiento de cámara simple (por ejemplo el sanihuerto), evitando así el contacto con el material patógeno.
Debido a que el sistema es permanente y puede utilizarse indefinidamente (a diferencia de algunas cámaras simples, que pueden ser llenadas y cubiertas), este sistema puede usarse donde el espacio es limitado. Esto indica que este sistema es también idóneo en poblados de hasta 2500 habitantes, especialmente donde no hay suficiente agua. En particular, este sistema es de especial interés en el escenario de poblados con escasa disposición de agua y con capacidades y recursos, ya que la población reconocerá la necesidad de una gestión sostenible de los servicios de saneamiento. En este caso, la gestión del sistema puede hacerse de forma familiar o comunal, siendo esta última una oportunidad de negocios para emprendedores locales o cooperativas. Estos pueden, a cambio de un pago, construir y vaciar el sistema, además de proveer el material secante. Asimismo, el material recolectado se puede tratar con compostaje y mejorar su calidad, y puede ser vendido a agricultores de la zona.
En el caso del escenario de poblados con escasa disposición de agua y sin capacidades y recursos, este sistema puede representar la única opción válida cuando no se cuenta espacio para cavar nuevas cámaras, ni una unidad de gestión que maneje de forma segura los excrementos humanos. Es fundamental, sin embargo, que la implementación de este sistema venga acompañada de una rigurosa y continua campaña de concientización, para que las familias aprendan a operar y mantener el sistema.