Cuando el agua no puede ser transportada hasta el punto de uso dentro de la vivienda, ya sea por falta de capacidad de almacenamiento, suministro eléctrico, redes de agua entubada o pendiente negativa de la fuente, y tampoco existen vehículos motorizados para ello, uno de los métodos más comunes en las comunidades es el acarreo y transporte manual desde la fuente de agua hasta el hogar por medio de baldes, bidones o cubetas. Es una tecnología simple y versátil que puede adaptase a diferentes contextos, aunque el esfuerzo necesario para transportar el agua necesaria para toda una familia puede ser muy elevado.
En diversas partes del mundo no existe acceso a agua suficiente en el punto de uso para satisfacer las necesidades diarias de la población. Una solución es recoger el agua de diferentes fuentes, tales como pozos excavados, pozos perforados o manantiales, y llevarla hasta el hogar. El acarreo manual de agua es realizado de manera física por las personas, utilizando bidones, baldes, cubetas, y/o jícaras cerámicas. Este puede realizarse colocando una agarradera al contenedor o asideros que se colocan sobre la frente de la persona y bajan por la espalda, en donde se rodea completamente al contenedor para transportarlo, tal como se muestra en la foto.
El acarreo también se realiza colocando el contenedor sobre el hombro, la cabeza o equilibrando dos contenedores colgados de los extremos de un tubo o palo que descansa en la parte baja del cuello. Puede darse en dos modalidades: acarreo directamente desde la fuente o punto de almacenamiento comunitario, y desplazamiento desde el punto de almacenamiento en la vivienda (tanques, cisternas, piletas, entre otros.) hasta el punto de utilización. Cuando se acarrea agua desde largas distancias, se pueden utilizar bicicletas adaptadas, carretillas de carga o carretillas. También se contempla como acarreo manual el transporte de agua en pequeñas garrafas, normalmente reutilizables, como se muestra a continuación:
Muchas comunidades rurales en México no cuentan con red de agua potable en su vivienda o esta no abastece de agua suficiente (CONEVAL 2010). Por ejemplo, en el municipio de San Juan Lachigalla, en los Valles Centrales de Oaxaca, prácticamente no existe red de agua potable en las viviendas, por lo que el suministro de agua se realiza por acarreo desde el río San Diego y algunos arroyos que se forman en la temporada de lluvias (MELCHOR 2011).
Debido a que, en las comunidades rurales, la práctica de acarreo de agua es realizada principalmente por mujeres, niñas y niños (SOARES 2007), debe tenerse especial cuidado en la cantidad de agua que cargan de acuerdo con sus capacidades físicas, para asegurar que lo hagan en forma segura (incluyendo personas de la tercera edad y/o con alguna discapacidad). Esto debe tomarse en cuenta para evitar posibles lesiones al levantar/bajar los contenedores. La cantidad máxima recomendable para levantamiento de cargas es de 15 kg para mujeres y 20 kg para hombres (NOGAREDA y CANOSA). La distancia recorrida con la carga, así como el ascenso o descenso de escalones disminuyen el peso máximo a desplazar. Al establecer el derecho humano al agua y saneamiento, la ONU define que el agua debe ser físicamente accesible, criterio que se cumple cuando la fuente de agua se encuentra “a menos de un kilómetro de distancia del hogar y el tiempo de recogida no debe superar los 30 minutos” (ONU 2010).
Es importante considerar que los asideros de los contenedores sean de materiales no rugosos, sin rebabas plásticas o metálicas, cómodos y seguros para su agarre. Utilizar envases que puedan ser tapados durante su transporte disminuirá las pérdidas de líquido durante el desplazamiento. Cuando se utilizan interfaces con llantas o neumáticos, para facilitar el desplazamiento, es importante considerar el tipo de llantas adecuado a las características del terreno por el que se desplazarán.
Con el fin de hacer el transporte más fácil para mujeres y niños y, si la geografía del terreno lo permite, se pueden hacer rodar los contenedores. De hecho, existen contenedores específicamente diseñados para ser rodados, como por ejemplo el “Q-Drum”, que consiste en un contenedor de 50 l con forma de rosquilla, a cuyo agujero central se puede atar una cuerda para arrastrarlo. Otra variante son los “Hippo Water Roller”, depósitos de polietileno con una capacidad de 90 l y un asa que permite empujarlos.
Debe aplicarse un enfoque de género, dado el alto grado de involucramiento de las mujeres en el acarreo manual del agua, para garantizar sus condiciones de salud, considerando los contextos específicos de cada comunidad.
Este sistema de transporte puede utilizarse en escenarios tanto de casas dispersas como de poblados de hasta 2500 habitantes, que cuentan con fuentes de agua accesibles, a una distancia aceptable, siempre y cuando las personas se encuentren en condiciones físicas que les permitan acarrear el agua hasta la vivienda. Cuando las distancias son muy largas o de difícil acceso, se debe buscar la posibilidad de un transporte motorizado o una fuente de agua alternativa.
En México, el 40,8% de los hogares pertenecientes a comunidades de hasta 2500 habitantes acarrea agua de modo regular para satisfacer sus necesidades (INEGI 2018). Por ejemplo, el acarreo manual que tiene que realizarse en la comunidad totonaca de Tuxtla, Zapotitlán de Méndez, Puebla, se hace desde una toma municipal a distancias que no exceden los 400 metros pero, debido a las pronunciadas pendientes, se dificulta el transporte, además se requiere hacer varios viajes para satisfacer las necesidades de cada familia. Aunque muchas veces no se cumple la condición de accesibilidad, en comunidades rurales que se encuentran dentro de los escenarios de casas dispersas y poblados sin suficiente agua ni recursos el acarreo manual es la única forma de transportar el agua, por lo que es muy importante revisar las características sociales y económicas de las comunidades.
El acarreo manual del agua ha sido una práctica común en los asentamientos humanos desde tiempos muy antiguos. Hoy en día, esta práctica se da, con cada vez más frecuencia, en zonas periurbanas y rurales. En México, es frecuente el acarreo manual sólo con contenedores, y en pocos casos puede verse asistido por carretillas o bicicletas. Debido a la repetitividad en el trabajo de acarreo manual, pueden presentarse molestias como dolores de espalda crónicos, dolores de pecho y musculares. Los transportes de tiro con llantas disminuyen en gran medida los riesgos por la realización de esta actividad. Cuando la carga es muy pesada pueden surgir lesiones en la columna vertebral y en algunos casos, provocar abortos. Por lo que se debe contar con una capacitación para aprender procedimientos correctos de levantamiento de cargas (OIT 2011). Cuando se recorren largas distancias, debe evitarse la realización de la actividad de transporte manual durante las horas de mayor radiación solar para reducir el riesgo de insolación, así como durante la lluvia, para evitar accidentes. La calidad del agua depende en gran medida del tipo de fuente de agua y se ha de tener en cuenta que no siempre tiene la calidad necesaria para su consumo, no sólo por haber sido extraída de fuentes contaminadas, sino también por las altas posibilidades de recontaminación durante su transporte. Como referente de la calidad esperada según el punto de captación de agua empleada se puede usar la siguiente tabla:
Cuando el agua se transporte únicamente desde un depósito de almacenamiento en la vivienda hasta su punto de uso, se han de aplicar las técnicas de manejo seguro en el hogar, evitando así la recontaminación del agua por contacto con manos o recipientes sucios.
Se deben emplear contenedores estancos, opacos y de materiales no tóxicos, preferiblemente con una boca de acceso que se pueda tapar. Deben lavarse con frecuencia y, a ser posible, mantenerse cerrados con su correspondiente tapa. Si los contenedores no pueden taparse, deben llenarse sólo tres cuartas partes de éstos. Los contenedores han de reemplazarse cuando se observen grietas o roturas, tanto para evitar la pérdida de agua durante el transporte como para evitar la contaminación del agua. Se recomienda la utilización de calzado adecuado para evitar resbalones y caídas durante el traslado. Mantener los senderos y caminos por donde se realiza el acarreo limpios y libres de obstáculos, facilitará el transporte. Si se utilizan auxiliares, como carretillas, se debe verificar que las llantas tengan suficiente aire; aceitar los rodamientos, las llantas y los sistemas de tracción (en caso de contar con ellos), lo que facilitará el desplazamiento. Si tienen algún freno mecánico instalado, se deberá revisar su correcto funcionamiento antes de cargar los contenedores de agua.
The Hippo Water Roller Project
Módulo de Hogares y Medio Ambiente (MOHOMA) 2017
The Rollable Water Container for Developing Countries
Human-Powered Distribution
Los Problemas Económicos de la Gestión del Agua en los Países Pobres
Se desarrollan las problemáticas y costos económicos relacionados con la falta de acceso al agua, considerando factores de cambio climático y sobreexplotación de fuentes, con los efectos sanitarios resultantes y de tiempo invertido en la obtención del recurso hídrico. Se hace una comparación de las cuotas pagadas en diferentes contextos y diferentes regiones del mundo.
FRAGUAS, A. (2008): Los Problemas Económicos de la Gestión del Agua en los Países Pobres. Zaragoza (España): Expo Zaragoza 2008 URL [Visita: 14.11.2018] PDF